El proceso de concesión de licencias suele tardar entre 4 y 6 meses. Una vez que tenga la licencia, el tiempo que se tarda en recibir un niño depende de la edad, el número de niños y las necesidades específicas que estén dispuestos a cuidar.

No cuesta nada convertirse en padres de crianza en Arizona. No hay tarifas directas como parte del proceso de licencia de cuidado de crianza, aparte de los costos de certificación en RCP y primeros auxilios. Es posible que haya algunos gastos para preparar su casa para recibir un niño, como colocar muebles en el cuarto, artículos de seguridad como extintores de incendios, botiquines de primeros auxilios y detectores de humo, y otros gastos varios. Como parte del proceso de licencia, se requiere que los padres de crianza demuestren que son financieramente estables y capaces de manejar los gastos adicionales que vienen con un niño.

Los padres de crianza reciben un estipendio mensual del Departamento de Seguridad Infantil de Arizona (DCS) que cubre las necesidades básicas del niño bajo su cuidado. El monto del estipendio varía según las circunstancias individuales del niño. Además, el estado de Arizona cubre los gastos médicos y dentales. Un estipendio para el cuidado de niños también puede estar disponible si es necesario.

Sí, durante el proceso de concesión de licencias, hablará con su trabajador de licencias sobre la edad, el sexo y el número de niños que cree que está mejor preparado para cuidar. También hablará sobre cualquier desafío emocional o físico que esté preparado para manejar. Antes de que se le asigne un niño, recibirá información para ayudarlo a decidir si es el adecuado.

Los niños de crianza son colocados en cuidado a través del Departamento de Protección Infantil (DCS, por sus siglas en inglés). El DCS trabaja con agencias autorizadas en todo el estado para encontrar hogares que satisfagan mejor las necesidades de un niño, considerando factores como la ubicación, los planes de casos y las circunstancias especiales que pueda haber. Los jóvenes en el Programa de Menores No Acompañados provienen de refugios para refugiados y/o grupos y son ubicados en cuidado de crianza directamente a través de Catholic Charities.

Los niños de crianza van desde bebés hasta adolescentes, pero la mayor necesidad es que las familias estén dispuestas a cuidar: ⦁ Grupos de hermanos (mantener unidos a los hermanos y hermanas) ⦁ Niños en edad escolar (de 6 a 12 años) ⦁ Adolescentes (de más de 13 años)

Es necesario que las familias adopten a los bebés. Sin embargo, muchos bebés en hogares de crianza son parte de grupos de hermanos. Han estado expuestos a drogas al nacer o han nacido prematuramente, lo que requiere cuidado y atención adicionales. Si está considerando cuidar a un bebé, deberá estar listo las 24 horas del día, los 7 días de la semana para recibirlo y cuidarlo y tener preparados elementos esenciales como una cuna, un asiento para el automóvil y suministros para bebés.

Varía: algunos duran solo unos días, mientras que otros se extienden a varios meses o incluso años. La estadía promedio en un hogar de crianza es de aproximadamente un año o más.

Mientras están en cuidado de crianza, los padres biológicos de los niños trabajan con el DCS para resolver los problemas que llevaron a que les quiten los niños. Si los padres cumplen sus metas, sus hijos regresan a casa. Si no es así, se buscan parientes o familias adoptivas. Las familias de crianza pueden solicitar la adopción si la reunificación no es posible y es en el mejor interés del niño.

Sí, puede ser difícil despedirse, pero el impacto que tiene le cambia la vida. Al proporcionar a un niño estabilidad, amor y seguridad, le da una base que tal vez nunca haya conocido. Usted también tiene la oportunidad de apoyar a los padres en la construcción de una familia más fuerte y saludable. Muchas veces, esta relación se convierte en una familia extendida de por vida.